Si hasta ahora los usuarios de vehículos eléctricos en Portugal se enfrentaban al reto de utilizar tarjetas RFID (CEME) o aplicaciones móviles para acceder a los puntos de recarga públicos, esta opción ya no es la única forma de utilizar las estaciones de recarga en la vía pública.
Esta situación condujo a la innecesaria complejidad de las tarjetas de fidelidad, que está a punto de desaparecer.
UN NUEVO MÉTODO DE PAGO
La incorporación de este método de pago no sólo simplificará el proceso de recarga para los usuarios de vehículos eléctricos, sino que también podría revolucionar la forma en que los conductores ven la movilidad eléctrica en Portugal.
Lo terminalde pago automático (TPA) acepta el pago mediante tarjetas bancarias portuguesas y extranjeras, lo que proporciona una experiencia de recarga más cómoda para los usuarios.
A partir de ahora no será necesario estar vinculado a los proveedores de electricidad para la movilidad eléctrica (CEME) ni disponer de tarjetas o aplicaciones específicas para acceder a los puntos de recarga.
Volt-E reconoce la importancia de la accesibilidad para impulsar la adopción de vehículos eléctricos y, al integrar el TPA en sus cargadores, está eliminando una de las barreras más importantes a las que se enfrentan los conductores, haciendo que el proceso de recarga sea aún más accesible y transparente.
Esta accesibilidad puede animar a más personas a realizar la transición eléctrica.
BENEFICIOS DE LA INTEGRACIÓN
Simplifica la vida a los usuarios, además de contribuir a la creación de un sistema más unificado y transparente para la movilidad eléctrica.
La posibilidad de pagar directamente con tarjeta bancaria (Visa, Mastercad o American Express) permite a los usuarios realizar transacciones de forma rápida y sencilla.
Los usuarios pueden ver claramente el coste de la recarga en el momento de la transacción.
Hace más accesible la recarga de vehículos eléctricos a un público más amplio, como los turistas que visitan nuestro país.